Si ha sufrido un accidente de tráfico en vacaciones y ha resultado con lesiones, tenga en cuenta estos consejos para evitar problemas con el seguro.

Si ya de por sí surgen dudas y complicaciones cuando tenemos un siniestro en condiciones “normales”, aún lo es más si sufrimos un accidente de tráfico en vacaciones, bien por producirse éste durante un mes inhábil para muchas cosas como agosto, bien por tener lugar el accidente fuera de nuestra ciudad o país de residencia, bien porque confluyen ambas situaciones.

Bien. Empecemos por la primera de las dos cuestiones y supongamos que ese accidente de tráfico en vacaciones ha tenido lugar en el mes de agosto. Lo primero que notaremos es que nueve y medio de cada diez abogados están de vacaciones (y habría que plantearse por qué no lo está el medio restante), por lo que no encontramos nadie que nos asesore en esos primeros días a efectos legales. En este sentido, déjenme tranquilizarles: los plazos para reclamar la indemnización por lesiones en accidente de circulación van desde los seis meses en fase penal hasta el año en la civil, por lo que no hay plazo alguno que se nos vaya a pasar si decidimos esperar unos días a que el abogado de accidentes de nuestra confianza vuelva a su vez de sus vacaciones.

Sí que es importante, en caso de haber sufrido lesiones, acudir a un centro médico concertado de nuestra confianza antes de que transcurran quince días del accidente a fin de iniciar la rehabilitación o el tratamiento. Y es importante hacer esto porque nuestro tramitador de siniestros del seguro, a la que vuelva de vacaciones, nos va a querer remitir al “suyo”, y una vez lo haga no podremos negarnos si ha transcurrido una quincena desde la fecha del accidente.

También puede pasar que ese accidente de tráfico en vacaciones haya tenido lugar en otro punto de la geografía española que no es el nuestro. En este caso tenemos un problema que luego deriva en una disyuntiva: el juzgado competente para la reclamación por la indemnización frente a la compañía de seguros será la del lugar donde ocurrió el siniestro, y no el del lugar donde nosotros vivimos. Ello nos lleva a la disyuntiva: ¿es mejor en estos casos contratar un abogado cercano a nuestro domicilio o en la población del juzgado competente?. En el primero de los casos dispondrán de un letrado cercano para consultar todo lo relativo a la reclamación, y hasta puede ser que si el tema acaba transaccionándose con el seguro sin necesidad de juicio todo le vaya bien. El problema es si se ha de celebrar juicio, y encima la distancia geográfica entre un lugar y otro es considerable, como nos pasa a los abogados de Tenerife y de las Canarias en General con los siniestros acaecidos en la península. En este caso tal vez debiera considerar contratar a alguien cercano al juzgado, ya que en caso contrario muy probablemente va a tener que hacer uso de dos letrados.